Argentina estará en el Mundial

La Argentina de Diego Armando Maradona salió victoriosa de la Batalla del Río de la Plata en el estadio Centenario de Uruguay y finalmente estará en el próximo Mundial de Sudáfrica merced a un gol de Bolatti en los minutos finales del partido que decantó la balanza del lado de la albiceleste.

Uruguay por el contrario, jugará el repechaje contra Costa Rica, una vez que Chile ya había ganado a Ecuador con gol del Pelado Suazo, un tanto que llevó la calma a los argentinos, que veían más cerca que nunca su clasificación.

El juego argentino fue el mismo al realizado durante la mayor parte de la fase de la clasificación en la zona latinoamericana. Los albicelestes han tenido pobres actuaciones y han protagonizado pocas ocasiones de gol y ayer el guión no fue distinto en ese aspecto.

Desde el inicio del encuentro el miedo al fracaso dominó a los hombres de Maradona, que pese a no mejorar en su juego, sí mostraron una tensión tan necesaria como loable en su choque más importante de este año.

Así lo mostró Heinze, que se llevó la primera cartulina amarilla del partido con una dura entrada, confirmando a la vez que el duelo iba a ser tosco y nada vistoso para el espectador. El gringo es el reflejo de la defensa que alineó Maradona. Centrales experimentados, con muchos minutos en sus botas, pero algo lentos en la marca del rival que aprovechó muy bien la situación. Los habilísimos Luis Suárez y Forlán volvieron locos a los defensores albicelestes, que sufrieron especialmente en las jugadas a balón parado. En una de ellas, Lugano tuvo en su cabeza el grito para Uruguay pero marró en el remate y el guardameta Sebastián Romero suspiró junto a toda Argentina.

En la línea medular se desplegó la gran batalla, con un Verón muy bien plantado que fue uno de los mejores en la albiceleste. A la contra, Diego Pérez y Eguren movieron bien la pelota para Uruguay, que colgó buenos balones por medio de Pereira, pero los charrúas estuvieron negados de cara a puerta.
En las filas de Argentina, Jonás fue un pulmón a la hora de recuperar balones, y el galgo fue cazado varias veces por la defensa uruguaya. Por su parte Di María estuvo excesivamente individualista, y una y otra vez él solo se la jugó contra todo Uruguay.

SIN NOTICIAS DE MESSI
Con San Martín Palermo en el banco, el partido se presentaba como una gran reválida para que Leo Messi acallara las bocas de los críticos, pero no fue así. El astro del Barcelona no es profeta en su tierra, y estuvo perdido junto a Higuaín, que no recibió buenos balones, aunque él tampoco se enteró de qué iba la película.
En el otro lado, Luis Suárez fue de más a menos. Comenzó el partido muy bien generando una gran ocasión para su equipo, pero se fue apagando con el paso de los minutos hasta que fue sustituido.

ESTA VEZ RESOLVIÓ BOLATTI
Así, mientras Uruguay sumaba a su ataque efectivos como Cavani, Diego Maradona decidía prescindir de Higuaín para sacar al campo a Mario Bolatti, quien a la postre, fue decisivo. En una de las tantas jugadas embarulladas de Argentina, la albiceleste trenzó una buena jugada, el galgo se escapó por la banda y le cazó Martín Cáceres. El defensa no se pareció en nada al del Barcelona. Se mostró activo durante todo el encuentro pero fue muy duro a la hora de robar el balón. Tanto que en su entrada a Jonás se ganó la segunda amarilla y por tanto la roja.

Ése fue el inicio de un tramo decisivo para Argentina. La expulsión de Cáceres precedió a una falta botada por la albiceleste que dejó un balón muerto en el área. Mario Bolatti, el volante defensivo de Huracán, enganchó el esférico junto a las esperanzas del país, y lo introdujo dentro de la meta uruguaya para delirio de sus compañeros, un exaltado Diego Maradona, y toda Argentina.

RAJADA MARADONIANA EN SALA DE PRENSA
Poco a poco fue muriendo el encuentro y los argentinos cumplieron su sueño. Estarán en el Mundial de Sudáfrica de forma directa y Uruguay jugará el repechaje contra Costa Rica.
A partir de entonces comenzó un espectáculo sorprendente. Los jugadores junto a Maradona cargaron contra los periodistas, y nadie se hubiera escandalizado si hubiera adivinado lo que vendría después. En sala de prensa Diego fue más Diego que nunca. Sus palabras pasarán a la historia junto a una clasificación sin brillo. Quién sabe cuál será el futuro de la albiceleste en ocho meses.