En medio del chaparrón que cayó ayer sobre el estadio Alejandro Serrano de Cuenca, el club local, el Deportivo, consiguió la victoria contra el Caracas.
El partido de octavos de final de la Copa Libertadores tuvo un ritmo lento provocado por los innumerables charcos que había sobre un césped impracticable para la disputa del encuentro. El agua se acumuló en ciertas zonas del terreno de juego, algo que provocó que el esférico se parara de repente y creó dificultad en los pases realizados por los jugadores de ambos conjuntos.
En los primeros minutos del partido llegó el primer tanto, que fue visitante y vino de cabeza, asegurando un remate limpio de agua en la que el portero local se queda a media salida y facilita mucho la labor del defensor Gabriel Cichero.
En ese momento, los locales, impulsados por la necesidad de remontar el encuentro, se lanzaron al ataque y comenzaron a embestir al rival con más corazón que cabeza. La poca técnica desplegada por el Deportivo Cuenca importó poco, sobre todo teniendo en cuenta que el césped estaba impracticable, por lo que decidió jugar al pelotazo.
Cuando peor lo pasaban los locales, se encontraron con un penalti que les dio la vida. El brasileño Teixeira lo materializó con maestría. El gol multiplicó el ímpetu de los ecuatorianos y el Caracas, en su papel de visitante conservador, decidió dedicarse a defender y sacar el balón del área a pelotazos.
Sin embargo, en el minuto 70, Villalva aprovechó un descuido en el marcaje de la defensa venezolana de Caracas y anotó el gol de la victoria para el Deportivo Cuenca, que pescó una victoria en un partido pasado por agua.
El partido de octavos de final de la Copa Libertadores tuvo un ritmo lento provocado por los innumerables charcos que había sobre un césped impracticable para la disputa del encuentro. El agua se acumuló en ciertas zonas del terreno de juego, algo que provocó que el esférico se parara de repente y creó dificultad en los pases realizados por los jugadores de ambos conjuntos.
En los primeros minutos del partido llegó el primer tanto, que fue visitante y vino de cabeza, asegurando un remate limpio de agua en la que el portero local se queda a media salida y facilita mucho la labor del defensor Gabriel Cichero.
En ese momento, los locales, impulsados por la necesidad de remontar el encuentro, se lanzaron al ataque y comenzaron a embestir al rival con más corazón que cabeza. La poca técnica desplegada por el Deportivo Cuenca importó poco, sobre todo teniendo en cuenta que el césped estaba impracticable, por lo que decidió jugar al pelotazo.
Cuando peor lo pasaban los locales, se encontraron con un penalti que les dio la vida. El brasileño Teixeira lo materializó con maestría. El gol multiplicó el ímpetu de los ecuatorianos y el Caracas, en su papel de visitante conservador, decidió dedicarse a defender y sacar el balón del área a pelotazos.
Sin embargo, en el minuto 70, Villalva aprovechó un descuido en el marcaje de la defensa venezolana de Caracas y anotó el gol de la victoria para el Deportivo Cuenca, que pescó una victoria en un partido pasado por agua.
Este partido es el equivalente a un Cluj - Annatorhis o algo así, no?
ResponderEliminarSí, son dos equipos modestos que han hecho una buena competición aunque a priori no llegarán a las eliminatorias finales de la Copa Libertadores.
ResponderEliminarCreo que debería pasar el Deportivo Cuenca.
En principio no deberá llegar muy lejos en la copa, pero quién sabe; todavía me acuerdo del Cúcuta colombiano, que en 2007 dió la sorpresa y se metió en semifinales.