El Madrid se deja ir

En el partido frente al Valencia hemos podido comprobar cómo el Real Madrid ha bajado los brazos, cómo la falta de objetivos ha dejado a este equipo desnudo. Ya lo sabíamos, pero ahora queda más claro aún, la inmensa racha de partidos invictos que tuvo el Madrid nunca fue producto del juego, y una vez que la fe, el espíritu y la garra se han desvanecido, sólo nos queda un Madrid que ha pasado de ser un león que perseguía incansable a su presa a ser un gatito malherido que sólo piensa en curarse las heridas.

La lucha ha desaparecido, la épica ha quedado atrás, el combate terminó hace una semana cuando un huracán arrasó el Bernabéu. Ya no quedan ganas ni fuerzas para seguir peleando, cuatro partidos, empezando por el de hoy en Mestalla, que se han convertido en una losa para los jugadores madridistas.

Hace cinco años, en la Liga que se llevó el Valencia, el Madrid de Queiroz perdió en casa frente al Barcelona, igual que esta temporada, y todavía quedaban cuatro jornadas por delante. Aquel Madrid perdió sus cuatro partidos frente a Deportivo, Mallorca, Murcia y Real Sociedad, dando una pésima imagen y decepcionando a sus aficionados.

Los jugadores nunca pueden darse por vencidos, ni tirar partidos a la basura, ya sea el Real Madrid o cualquier equipo con un poco de amor a sus colores. Es el momento para que los jugadores recuerden que un club como el Real Madrid no puede arrastrarse por el campo. No valen las excusas de pensar en la próxima temporada, aunque no haya nada en juego siempre se debe mantener un nivel de exigencia.

Es sorprendente cómo pueden cambiar las cosas en sólo dos semanas, en el Sánchez Pizjuán Raúl resurgía de sus cenizas para hacer un ‘hat-trick’ que acercaba el título al Madrid, se hablaba de que la Liga estaba a un paso, sólo quedaba la fácil tarea de ganar el Clásico, no fue así y ahora, con la segunda plaza segura, el equipo de Juande no piensa en otra cosa que en terminar la temporada.

A nada aspira, temporada en blanco y la posibilidad de que el máximo rival haga historia consiguiendo tres títulos. Los aficionados se aferran a la llegada del Florentino para que reflotar un buque que cinco años después ha vuelto a tocar fondo. Sin embargo, esta vez la revolución debe ser total y hacer un equipo de garantías que, entre otras cosas, dé la cara en la Champions.

Por lo pronto, mañana es probable que tengamos alirón, el Barça será campeón si gana al Villarreal. Guardiola tiene prisa por ganar la Liga y centrarse en preparar las dos finales que tienen por delante. En cuanto a la Liga, decir que hemos vivido una Liga más emocionante de lo que pensábamos, el Madrid ha mantenido el pulso hasta mayo y el Barça ha demostrado que hoy por hoy nadie puede poner límites a su juego.