Ya han pasado algunas horas desde que finalizara la jornada del martes de Champions League y todavía puedo saborear ese gusto tan especial que deja la competición. Con el máximo torneo continental a nivel de clubes sucede lo mismo que con los buenos vinos: siempre esta dispuesto a satisfacer los paladares más exigentes del fútbol.
Ayer en Old Trafford la Champions se redimensionó, volvió a recordar porque es una de las mejores competiciones del mundo, y la magia del torneo no se limitó solamente a las estrellas que acompañan a su logo. Pudimos ver un buen choque en el que los jóvenes talentos se presentaron a Europa, y vibrar de emoción con las acometidas desde la banda de los jugadores del United.
Sir Alex Ferguson dispuso sobre el Teatro de los Sueños una alineación totalmente revolucionaria, con la vista puesta en el partido de este domingo ante el Chelsea. Salieron con Van der Sar, Gary Neville, Evans, Brown, Fabio, Valencia, Scholes, Fletcher, Nani, Macheda y Owen.
Su oponente parecía un rival asequible, un CSKA que en teoría debe ser el acompañante de los dos grandes de este grupo, United y Wolfsburgo; luchando con el Besiktas por obtener la tercera plaza.
Sin embargo, el conjunto ruso demostró que tiene mucho más de lo que todos creían. El Manchester parecía haber pedido informes sobre el rival a Juande Ramos, ese hombre que hace un tiempo dejó de ser entrenador para volverse cazarrecompensas y que posiblemente no distingue ya el bien del mal.
Los rusos del CSKA sorprendieron a todos con un juego atrevido, con ataques bien trenzados, y sobre todo, con sus dos estrellas: Dzagoev y Milos Krasic. Puede que ellos ya no tengan opciones de ganar la Russian Premier League, pero gracias al partido de ayer ya se han hecho un hueco en nuestras retinas.
Bajo la pasividad de la defensa del United, ambos realizaban una jugada para enmarcar en una contra perfecta, que culminaba Dzagoev por la parte izquierda del ataque cruzando el balón por un hueco que Van der Sar y cualquier portero nunca debe dejar.
Poco después empataba el United mediante el eterno Michael Owen, pero el CSKA tenía mucho más que ofrecer. Una vez más, jugada de tiralíneas, combinación de cracks, y esta vez Krasic hacía el tanto para los rusos colándose por la defensa devil. Nada más arrancar el segundo acto de la obra maestra de ayer, Alexei Berezutsky ponía un increíble 1-3 en el marcador de Old Trafford. Otra vez la defensa del Manchester estuvo pasiva, y otra vez un jugador del CSKA supo aprovechar la coyuntura.
Sin embargo, el tercer tanto ruso no fue un gol más. Supuso la sorpresa, pero también la bofetada que el gigante necesitaba para despertar. A partir de entonces el United se bajó del autobús, se puso las equipaciones y comenzó a disputar un partido de Champions. La cosa no pintaba bien, por eso los hombres de Ferguson tuvieron que echar mano de su arma más letal: el juego con extremos.
El Manchester sacó su manual de cómo entrar por banda, que dice todo aquello que un jugador exterior debe hacer. Valencia y Nani se pusieron el mono de trabajo y el equipo carburó.
Ahí surgió la otra estrella de este CSKA, el guardameta Akinfeev; que hizo paradas de gran mérito, pero que no pudo parar por completo la avalancha del United. Los red devils consiguieron el 3-2 cuando Scholes remató a la red un buen centro de Antonio Valencia, que fue de los mejores en la recta final del partido. En los últimos minutos el ecuatoriano se sacó un disparo desde la frontal, que rebotó en la defensa rusa y se convirtió en el 3-3. Todo había acabado. Con el punto del empate el Manchester estaba clasificado para los octavos de final.
Pese a tener el botín en el bolsillo, los hombres de Ferguson no cesaron en sus embestidas desde la banda, y poco faltó para que lograran la victoria. Se quedaron sin tiempo. Igual que el espectador. Quién sabe qué hubiera pasado si aquel encuentro hubiera continuado. ¿Hubiera logrado el cuarto el United? ¿Cómo habrían reaccionado los cracks del CSKA? Lo cierto, es que después de dos horas pegado a la pantalla, me quedé con ganas de más. Qué grande es esta competición.
Ayer en Old Trafford la Champions se redimensionó, volvió a recordar porque es una de las mejores competiciones del mundo, y la magia del torneo no se limitó solamente a las estrellas que acompañan a su logo. Pudimos ver un buen choque en el que los jóvenes talentos se presentaron a Europa, y vibrar de emoción con las acometidas desde la banda de los jugadores del United.
Sir Alex Ferguson dispuso sobre el Teatro de los Sueños una alineación totalmente revolucionaria, con la vista puesta en el partido de este domingo ante el Chelsea. Salieron con Van der Sar, Gary Neville, Evans, Brown, Fabio, Valencia, Scholes, Fletcher, Nani, Macheda y Owen.
Su oponente parecía un rival asequible, un CSKA que en teoría debe ser el acompañante de los dos grandes de este grupo, United y Wolfsburgo; luchando con el Besiktas por obtener la tercera plaza.
Sin embargo, el conjunto ruso demostró que tiene mucho más de lo que todos creían. El Manchester parecía haber pedido informes sobre el rival a Juande Ramos, ese hombre que hace un tiempo dejó de ser entrenador para volverse cazarrecompensas y que posiblemente no distingue ya el bien del mal.
Los rusos del CSKA sorprendieron a todos con un juego atrevido, con ataques bien trenzados, y sobre todo, con sus dos estrellas: Dzagoev y Milos Krasic. Puede que ellos ya no tengan opciones de ganar la Russian Premier League, pero gracias al partido de ayer ya se han hecho un hueco en nuestras retinas.
Bajo la pasividad de la defensa del United, ambos realizaban una jugada para enmarcar en una contra perfecta, que culminaba Dzagoev por la parte izquierda del ataque cruzando el balón por un hueco que Van der Sar y cualquier portero nunca debe dejar.
Poco después empataba el United mediante el eterno Michael Owen, pero el CSKA tenía mucho más que ofrecer. Una vez más, jugada de tiralíneas, combinación de cracks, y esta vez Krasic hacía el tanto para los rusos colándose por la defensa devil. Nada más arrancar el segundo acto de la obra maestra de ayer, Alexei Berezutsky ponía un increíble 1-3 en el marcador de Old Trafford. Otra vez la defensa del Manchester estuvo pasiva, y otra vez un jugador del CSKA supo aprovechar la coyuntura.
Sin embargo, el tercer tanto ruso no fue un gol más. Supuso la sorpresa, pero también la bofetada que el gigante necesitaba para despertar. A partir de entonces el United se bajó del autobús, se puso las equipaciones y comenzó a disputar un partido de Champions. La cosa no pintaba bien, por eso los hombres de Ferguson tuvieron que echar mano de su arma más letal: el juego con extremos.
El Manchester sacó su manual de cómo entrar por banda, que dice todo aquello que un jugador exterior debe hacer. Valencia y Nani se pusieron el mono de trabajo y el equipo carburó.
Ahí surgió la otra estrella de este CSKA, el guardameta Akinfeev; que hizo paradas de gran mérito, pero que no pudo parar por completo la avalancha del United. Los red devils consiguieron el 3-2 cuando Scholes remató a la red un buen centro de Antonio Valencia, que fue de los mejores en la recta final del partido. En los últimos minutos el ecuatoriano se sacó un disparo desde la frontal, que rebotó en la defensa rusa y se convirtió en el 3-3. Todo había acabado. Con el punto del empate el Manchester estaba clasificado para los octavos de final.
Pese a tener el botín en el bolsillo, los hombres de Ferguson no cesaron en sus embestidas desde la banda, y poco faltó para que lograran la victoria. Se quedaron sin tiempo. Igual que el espectador. Quién sabe qué hubiera pasado si aquel encuentro hubiera continuado. ¿Hubiera logrado el cuarto el United? ¿Cómo habrían reaccionado los cracks del CSKA? Lo cierto, es que después de dos horas pegado a la pantalla, me quedé con ganas de más. Qué grande es esta competición.
Solamente puedo decir P-A-R-T-I-D-A-Z-O
ResponderEliminarEste año desde los sorteos, la Champions prometía, ¡pero es que ahora está superando las espectativas de muchos de nosotros! Bravo por esta competición de estrellas.
ResponderEliminarMuy buena crónica Mario.
Todo el mundo sabía (o sospechaba) que Valencia iba a hacer muchas cosas bien, pero que además iba a marcar goles, es una sorpresa agradable para los hinchas del Manchester.
ResponderEliminarrealmente que jugadoraso que es valencia su tiro y su potencia son unicas realmente buena contratacion del united
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