El Real Madrid volvió a recuperar el liderato y lo hizo con bastante sufrimiento, sobre todo al principio. La victoria de los azulgranas en Mallorca ponía de nuevo la pelota en el tejado de los blancos y éstos no respondieron como se esperaba, al menos al comienzo. Se preveía una salida como la del partido frente al Lyon, porque llegaba al Bernabéu un rival de empaque frente al que te jugabas media Liga. Pero la salida no fue ni mucho menos fulgurante, más bien saltaron al campo como hace una semana frente al Sporting. La falta de ritmo la supo aprovechar el Atlético a los diez minutos, se sentía cómodo, encontró los huecos, tocó en la frontal y Agüero abrió a la llegada de Reyes que puso un balón inalcanzable para Casillas.
La primera parte fue bastante floja, el Atlético reculó un poco y el Madrid se embarulló jugando por el centro. Los rojiblancos seguían muy bien posicionados y aunque el Madrid poco a poco se hizo dueño del balón no lograba crear ningún peligro en la portería de De Gea. Un zurdazo de Marcelo y una ocasión clarísima de Higuaín, que sacó Tiago bajo palos, fue lo más destacable al final de la primera parte, sin olvidarnos de la ocasión que marró Cristiano en un remate de cabeza justo antes del descanso.
El segundo tiempo fue distinto, y era fácil pensar que lo sería, primero porque Reyes se quedó en el vestuario por lesión y luego porque el Atlético tarde o temprano tendría un bajón físico. Recordemos que el conjunto del Quique Sánchez Flores sigue vivo en tres competiciones y es el que más cantidad de partidos ha disputado esta temporada (49).
El Madrid estaba jugando con fuego, y pareció recibir la misma medicina que dio Guardiola a sus jugadores en el partido contra Osasuna diciéndoles que estaban perdiendo la Liga. El conjunto de Pellegrini salió más enchufado y arrinconó al Atlético al que pronto demostró su pegada, primero Xabi Alonso tras un saque de esquina que cabeceó Albiol y luego un pase brutal del donostiarra para Arbeloa que controló con el pecho, se adentró en el área y tras recortar a Domínguez fusiló a De Gea.
Luego llegaría el 3-1 por medio de ‘El Pipita’ que aprovechó un despiste colectivo en la defensa colchonera para poner distancia en el marcador. Distancia que Xabi Alonso recortó al querer jugar al baloncesto, una mano por la que incomprensiblemente no vio la amarilla. Forlán transformó el penalti y puso emoción al encuentro. Sin embargo, el partido no tuvo mucho más, Sergio Ramos y Xabi Alonso estuvieron más pendientes de ver la quinta amarilla que de aumentar la renta. Dicho esto, sería un error pensar que el próximo partido frente el Racing es sólo un trámite antes del gran Clásico.
La Liga está más partida que nunca, dos conjuntos con números de récord, ya tienen 74 puntos cada uno, y 18 equipos intentando lograr sus objetivos y dar un poco de color a esta dualidad. El pulso continúa dentro de una semana, el Madrid viajará a Santander y el Barça recibirá al Athletic, pero antes los culés harán una visita a Londres. El desenlace está cerca, o sino al menos el 10 de abril se aclarará algo el panorama.
La primera parte fue bastante floja, el Atlético reculó un poco y el Madrid se embarulló jugando por el centro. Los rojiblancos seguían muy bien posicionados y aunque el Madrid poco a poco se hizo dueño del balón no lograba crear ningún peligro en la portería de De Gea. Un zurdazo de Marcelo y una ocasión clarísima de Higuaín, que sacó Tiago bajo palos, fue lo más destacable al final de la primera parte, sin olvidarnos de la ocasión que marró Cristiano en un remate de cabeza justo antes del descanso.
El segundo tiempo fue distinto, y era fácil pensar que lo sería, primero porque Reyes se quedó en el vestuario por lesión y luego porque el Atlético tarde o temprano tendría un bajón físico. Recordemos que el conjunto del Quique Sánchez Flores sigue vivo en tres competiciones y es el que más cantidad de partidos ha disputado esta temporada (49).
El Madrid estaba jugando con fuego, y pareció recibir la misma medicina que dio Guardiola a sus jugadores en el partido contra Osasuna diciéndoles que estaban perdiendo la Liga. El conjunto de Pellegrini salió más enchufado y arrinconó al Atlético al que pronto demostró su pegada, primero Xabi Alonso tras un saque de esquina que cabeceó Albiol y luego un pase brutal del donostiarra para Arbeloa que controló con el pecho, se adentró en el área y tras recortar a Domínguez fusiló a De Gea.
Luego llegaría el 3-1 por medio de ‘El Pipita’ que aprovechó un despiste colectivo en la defensa colchonera para poner distancia en el marcador. Distancia que Xabi Alonso recortó al querer jugar al baloncesto, una mano por la que incomprensiblemente no vio la amarilla. Forlán transformó el penalti y puso emoción al encuentro. Sin embargo, el partido no tuvo mucho más, Sergio Ramos y Xabi Alonso estuvieron más pendientes de ver la quinta amarilla que de aumentar la renta. Dicho esto, sería un error pensar que el próximo partido frente el Racing es sólo un trámite antes del gran Clásico.
La Liga está más partida que nunca, dos conjuntos con números de récord, ya tienen 74 puntos cada uno, y 18 equipos intentando lograr sus objetivos y dar un poco de color a esta dualidad. El pulso continúa dentro de una semana, el Madrid viajará a Santander y el Barça recibirá al Athletic, pero antes los culés harán una visita a Londres. El desenlace está cerca, o sino al menos el 10 de abril se aclarará algo el panorama.
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