Terry, Bridge y otras historias de cornamenta

No me aguanto más, necesito hablar del tema (parezco Mariñas) pero es que está hasta en la sopa, Terry-Bridge, Bridge-Terry. Es una situación complicada. Sinceramente creo que Terry acaba de perder la poca dignidad que le quedaba, tras tener asuntos turbios como cobrar a personajes adinerados por enseñarles las instalaciones del Chelsea va y se beneficia a la esposa de un compañero (ella también tiene parte de culpa). Como futbolista es buenísimo, de los mejores del mundo en su puesto, como persona deja mucho que desear, el capitán del Chelsea ya no lo es de la selección, simplemente porque el capitán de los “pross” debe encarnar una serie de valores que no se corresponden en absoluto con los de John. Mientras, el bueno de Wayne, sufre las consecuencias de su ex compañero de vestuario.

Pero lo realmente grave del asunto son dos cosas, la primera es que Terry ni siquiera ha pedido disculpas y la segunda es que el pobre Bridge ha tenido que renunciar al Mundial 2010 (iba a ser el lateral titular tras la lesión de Ashley Cole, que es otro al que también le gusta la poligamia) para no crear mal ambiente en el vestuario inglés (es digno de elogiar) mientras que el central del Chelsea irá convocado. Me hacen gracia las imágenes del encuentro Chelsea-Manchester City, donde Bridge no le dio la mano a Terry mientras Hilario (portero del club londinense) esbozaba una sonrisilla como diciendo “esto lo sabía yo…”. Ellos dos no son los primeros ni los últimos, voy a comentaros algunos casos anteriores.

El caso más famoso en España fue el de Caminero y Simeone cuando ambos eran compañeros en el Atlético de Madrid. Al parecer José Luis mantuvo relaciones con la mujer del "Cholo” (vaya valor). También se rumoreó que no era Simeone el damnificado, sino Penev y el hijo de Jesús Gil que por aquel entonces mantenía una relación con la modelo, actriz y presentadora Nani Gaitán. Como no podía ser de otra manera, la grada de su eterno rival le compuso alguna que otra canción al tema ( “Caminero se ha follado a la mujer del compañero…” ) y que junto al famoso “Luis Enrique tu padre es Amunike…” ocupa un lugar destacado en mi cancionero futbolístico. El tema Caminero-Simeone dio mucho que hablar en su época y aún a día de hoy no se sabe lo que realmente sucedió.

La siguiente historia de cornamenta ocurrió en Argentina en el año 2005 e involucró a dos ex jugadores de la Liga española, Eduardo Tuzzio (Mallorca) y Horacio Ameli (Rayo Vallecano). Bien pues estos dos deportistas eran grandes amigos (no en vano jugaron juntos siete años), en su etapa en River ambos eran la pareja titular en la defensa, todo iba de maravilla hasta que un compañero hizo un comentario que desencadenó un auténtico culebrón. Ameli había tenido un affaire (nada menos que de dos meses) con la esposa de Tuzzio (con la que tenía tres hijos). Tras confirmarse el asunto: peleas en el vestuario, insultos... Tuzzio llegó a reunir a la plantilla y comenzó diciéndoles “Sepan lo que me ha hecho este hijodeputa al que consideraba amigo…”. La plantilla se posicionó a favor de Eduardo, haciéndole la vida imposible a Horacio, el cual se entrenaba en solitario y en horarios distintos a los del equipo, hasta que Leonel Astrada (director deportivo por aquel entonces) decidió apartarlos a los dos del equipo. Tuzzio se marchó enseguida (cedido al Mallorca), por su parte Ameli siguió entrenando en horarios diferentes y marginado, hasta que lo echaron (literalmente). Este tema recorrió los tabloides argentinos como la pólvora pero como bien he dicho, no sería ni el primero ni el último.

Los rumores que corrieron por los mentideros incluyeron también a Chilavert y a Roberto Trotta (ex Sporting), a Martín Cardetti (ex Salamanca y Valladolid) y a el “Chanchi” Estévez (ex Racing de Santander), y muchos más. Creo (y muchos coincidiréis con mi opinión) que los asuntos de un vestuario se deben de quedar ahí, y que el jugador que causa el suceso debería tener la moral o la vergüenza de reconocerlo y abandonar el equipo. A diario suceden en el mundo hechos como estos ya mencionados, y sabemos que nos gusta mucho hacer leña del árbol caído, además si a esto le añadimos superestrellas del deporte sale un cóctel explosivo. Las cornamentas y el fútbol nunca han sido buenas compañeras.