Oliver, Benji y algún otro

Sin darme cuenta de que no estaba, descubrí que Nakamura, el futbolista mediático del Espanyol, se había ido. No contaba para Pochettino así que el nipón decidió que tras su viaje europeo era el momento de regresar a casa (y con él la nube de periodistas que le acompañaban). Recuerdo con nostalgia “Supercampeones”

(Capitán Tsubasa) o lo que es lo mismo, “Oliver y Benji”, donde los japoneses parecían ser una potencia futbolística (no se lo creían ni ellos), sus juveniles dominaban el mundo con “tiros del águila” o “catapultas infernales” y las increíbles paradas de Benji Price o Ted Warner. Aquellos campos interminables marcaron una época, poco después los futbolistas de verdad marcarían otra. Quiero que volváis conmigo a recordar a aquellos pioneros del fútbol asiático en las grandes ligas europeas.

Para la gente entendida del fútbol el mejor jugador japonés ha sido Hidetoshi Nakata. Mediático como pocos, incluso modelo de Calvin Klein, dotado de una técnica poco común y una excelente visión de juego, Hidetoshi recaló en las filas del Peruggia allá por el año 1998, tras haber sido nombrado dos veces consecutivas Mejor Futbolista Asiático (97 y 98). En su primera temporada en Italia 11 goles en 33 partidos (es centrocampista) y 6 asistencias, pero en la segunda su rendimiento goleador se resiente un poco mientras que su capacidad pasadora aumenta. Todo esto unido a la gran explosión del mercado asiático hicieron que Nakata recalase en un “grande”, la Roma de Fabio Capello, donde militó dos temporadas y logró hacerse con el “Scudetto” en la 2000/2001. Después vinieron Parma, Bolonia y Fiorentina, para terminar retirándose en el Bolton inglés en el año 2006 debido a las lesiones.

El nombre de Shoji Jo no suena mucho, pero tiene el mérito de ser el primer futbolista japonés en jugar en Primera División (en 1996 Nobuyuki Zaizen jugó en el Logroñés en 2ª División ), concretamente en las filas del Valladolid, solamente 15 partidos donde anotó dos goles para regresar a la liga nipona donde desarrollaría su carrera. Llegó recomendado por su ex compañero de equipo, Julio Salinas. El otro jugador del país del sol naciente y que también fue precursor de Nakamura fue Yoshito Okubo, ex jugador del Mallorca, al que llegó en la temporada 2004/2005 tras haber sido nombrado Mejor Jugador Joven de Asia. En la isla balear disputó 39 partidos (en dos temporadas) anotando 5 goles. Su mayor logro, una Bundesliga, sí, sí, una liga de Alemania, con el Wolfsburgo.

Otro nipón que también nos hizo una visita fue Akinori Nishizawha que llegó al Espanyol en el mercado de invierno de la temporada 00/01 pero en un equipo con Tamudo, Palencia, Aganzo, Benítez, el bueno de Akinori tenía poco sitio, así que como vino se fue.

Otros jugadores de renombre son Shinji Ono y Junichi Inamoto. El caso del primero es cuando menos sorprendente. Tras un periodo inicial en su país, Shinji aterrizó en el Feyenoord holandés, donde sorprendentemente disputó más de 100 partidos y 19 goles a sus espaldas. Elegido Mejor Jugador Asiático en 2002, su carrera ha ido dando tumbos entre Europa y Asia, tras la aventura holandesa regresó a Japón para demostrar que la liga se le quedaba pequeña, pero apareció el Bochum alemán para devolverle al fútbol europeo, ya no era aquel centrocampista eléctrico que deslumbró en el Feyenoord, así que tres temporadas después regresó a su país para retirarse. El caso de Inamoto es más sorprendente aún, cuatro temporadas en el Gamba Osaka y al Arsenal de la mano de Wenger. No llegó a explotar, pero tras varias cesiones (Fulham, Cardiff y West Bromwich) decidió probar suerte en el Galatasaray turco donde apenas duró un año. Rennes y Eintracht fueron sus últimas experiencias en el Viejo Continente. Actualmente se encuentra en activo en las filas del Kawasaki Frontale.

Muchos otros han estado en ligas europeas, Koji Nakata (sin parentesco con Hidetoshi, Basilea y Marsella), Yanagisawa (Sampdoria y Messina), Miyamoto (Salzsburgo), Kazuyuki Toda (Tottenham y ADO den Haag), Takahara (ojo a éste, Boca Juniors, Hamburgo y Eintracht, para irse después a México, al Tigres), Oguro (Grenoble, Torino…), y muchos otros. Hoy en día podemos encontrar a Dikse Matsui (Grenoble), Makoto Hasebe (Wolfsburgo), Morimoto (Catania) o Keisuke Honda (CSKA).

Pero para mí hay un futbolista japonés por encima del resto, el precursor, el gran Kazu Miura, del que los anteriores tomaron nota de como se hacían las cosas. Empezando en el Santos brasileño en el año 86 y tras varios años en el país sudamericano al Génova, después Japón y Dinamo de Zagreb, para posteriormente regresar a su país natal donde estuvo dando lecciones de fútbol hasta el año 2009.

Bien, por lo que habéis visto la vida real no se parece ni lo más mínimo a lo que nos demostraba la serie de "Supercampeones". Japón nunca fue una potencia futbolísticamente hablando, quizás domine en Asia, pero a nivel mundial no es lo mismo. Actualmente, según la FIFA, tiene 45 equipos mejores por delante (ocupa el lugar 46 del ránking FIFA) seguido de cerca por Corea del Sur como únicas potencias con dominio en Asia. Oliver y Benji sólo eran un sueño para los jóvenes de medio mundo, sólo un sueño.