Hoy más que nunca la crueldad del fútbol se pone de manifiesto. Hoy más que nunca las lágrimas y las sonrisas se dan la mano. Hoy más que nunca África llora con Asamoah Gyan. Hoy más que nunca la historia hace acto de presencia y acoge en su seno un nuevo hecho, un momento que ya está guardado en los anales de la historia del fútbol, de la historia de los Mundiales. Así será recordado: no había tiempo para más, transcurría el último minuto de la prórroga cuando Luis Suárez se vio obligado a sacar dos veces un balón en la línea de gol, el segundo despeje lo hace con la mano, ante el inevitable gol y ante la dolorosa derrota que se les avecinaba a los uruguayos. Nunca una decisión tan controvertida tuvo tanta recompensa. Ghana estaba haciendo historia, rozaba las semifinales, sólo faltaba que Gyan consiguiera transformar su cuarto gol, el tercero de penalti en este Mundial, pero esta vez el larguero lo impidió y aplastó las ilusiones de todo el continente africano.
Primero fue Luis Suárez quien abandonaba el campo llorando, y dos minutos más tarde era Gyan quien tenía motivos para llorar. Sin embargo, no estaba todo perdido, había una nueva oportunidad, uruguayos y africanos rezaban porque la suerte de los penaltis se pusiera de su lado. Gyan con una valentía inigualable convirtió el primer penalti de su equipo, un golazo por toda la escuadra que no le libraría de las lágrimas. Porque Mensah y Adiyiah fallaron sus lanzamientos y dieron la oportunidad de que el Loco Abreu convirtiera su delirio en alegría, transformó el penalti a lo Panenka y dejó a Ghana rota en pedazos. Nunca un momento tuvo tantos contrastes, tantas lágrimas. Nunca un sueño estuvo tan cerca y se escurrió de los dedos en el último instante. Nunca unas Estrellas brillaron tanto para luego apagarse de golpe. El llanto desconsolado de Gyan nos confirmaba que los sueños rotos existen.
Al mismo tiempo que los ghaneses deambulaban con tristeza por el Soccer City de Johannesburgo, la locura se apoderaba de Uruguay, no se creían lo que había sucedido, habían resurgido de sus cenizas cual Ave Fénix. La selección charrúa alcanza las semifinales y se cuela de nuevo entre los cuatro mejores del mundo, algo que no conseguía desde México 70. Atrás quedaba el golazo de Muntari que adelantaba a Ghana y que tuvo respuesta por parte del uruguayo por excelencia, Diego Forlán, que empataba el partido con un gran disparo de falta que cogió con el pie cambiado a Kingson.
Brasil no reacciona tras dos golpes de Holanda y se marcha del Mundial
Siempre es una sorpresa que la Canarinha no gané el campeonato o que no llegue al menos a semifinales, pero a veces las cosas caen por su propio peso. Cuatro años después Holanda la vuelve a dejar en la cuneta, como ya hiciera Francia en Alemania 2006. Brasil comenzó el campeonato con más dudas que juego, pero los goles y los rivales más o menos asequibles iban dejando un buen sabor de boca en la selección de Dunga. El primer rival de empaque que tuvo fue Portugal y no pudo pasar del empate, aunque es cierto que tampoco necesitaba la victoria. Llegaron los octavos y doblegaron a Chile (3-0) de una forma apabullante, nada pudo hacer el conjunto de Bielsa, que parece sentirse muy inferior cuando se topa con los brasileños.
El primer partido de cuartos de este Mundial empezó bien para Brasil, un gol de Robinho tras un error de libro de Heitinga puso el primero en el marcador. La sensación era meridiana, Brasil ganaría a Holanda con más o menos dificultad, pero estaría en semifinales. Nada más lejos de la realidad, los brasileños se durmieron, su defensa indestructible se quebró con las internadas de Robben, que volvió loco a Bastos, mientras Sneijder, que apunta a Balón de Oro con poco que Holanda se cuele en la final, lideraba la remontada naranja. Un centro suyo supuso el empate y sentenció a los pentacampeones, la salida en falso de Julio César y el toque con la cabeza de Melo supusieron el principio del fin de Brasil. Sin ninguna duda, el partido se convirtió en el más trepidante del Mundial, una segunda parte de infarto, con gran velocidad y múltiples pérdidas de balón que desde luego beneficiaron a los tulipanes. Un increíble, por inverosímil, gol de cabeza de Sneijder acabó por desquiciar a Brasil. Felipe Melo fue expulsado y se demostró que los brasileños no están acostumbrados a nadar a contracorriente, el ida y vuelta en el que se convirtió el partido no sirvió para mover el marcador (2-1). Brasil abandona Sudáfrica en medio de una gran decepción, aunque se consuela pensando que en 2014 volverá con fuerzas renovadas para ganar su Mundial.
Mientras, Holanda sueña con repetir las finales de Alemania 74 y Argentina 78, pero esta vez no se conformará con ser subcampeona, aunque primero tiene que superar a Uruguay en semifinales. Sin duda, los partidos a vida o muerte nos traen consigo los instantes más emocionantes y conmovedores del Mundial. Sigo sin olvidar lo que le sucedió a Ghana, pudo estar en la semifinal y aunque no lo consiguió desde aquí atribuimos todo el mérito del mundo a la selección de Rajevac. Las Estrellas Negras se dejaron la piel sobre el campo y no merecieron perder de manera tan cruel. Los penaltis siempre duelen, pero hoy más que nunca, y como siempre, nos duele África.
Lo de Uruguay-Ghana fue un partizado bueno pero quwe bueno. Me da muchisima pena por Gyan, que tenia en sus manos el billete a semifinales pero la falló. Ahí el loco Abreu como siempre haciendo, por algo le llaman El Loco Abreu xDD.
ResponderEliminarLo de Brasil, Holanda dio la vuelta delpartido cuando iba perdiendo por 0 a 1 y Holanda en la segunda parte despertó con el gol en propia puerta de Melo y ahi hasta el segundo y los brasileños para casita.
Saludos.
Que pena e Gyan, de verdad. Que injusto es el fútbol, pero así es. También lo de Melo, cuyo paso por Italia le ha desquiciado... Eso sí, Brasil se lo ganó por confiarse. Porque al principio jugó mucho mejor.
ResponderEliminarSaludos desde La Escuadra de Mago