España gana sin brillo

Segundo partido contra Turquía en cinco días y nueva victoria trabajada de la selección española. En esta ocasión, Del Bosque recurrió al esquema con cinco medios que tanto gustaba a su predecesor, y que tan buen fútbol desplegó cada vez que tuvo oportunidad. Sin embargo, en esta ocasión bastante tuvieron con ganar, lo que se logró al final gracias a una jugada postrera del denostado Güiza, que calló muchas bocas en los 10 minutos que estuvo en el campo.

Una vez más, la selección sufrió para controlar el partido, a lo que volvió a contribuir la pareja formada por Xabi Alonso y Senna, que se volvió a pisar, demostrando que no son compatibles, como descubrió y demostró 'el Sabio de Hortaleza' durante su mandato. Además, esto incide en la posición de Xavi, que cuanto más se aleja de la zona de creación, menos luce en su juego, y menos influencia tiene.

Sin embargo, y a pesar de todos estos inconvenientes, la 'roja' no sufría en defensa, y daba la sensación de que en cualquier momento podía llegar el primero. Y así fue, lo que pasa que la que lo logró fue la selección turca, gracias a un oportunista Senturk, y a un fallo de la defensa española, que se quedó parada pensando en un presunto fuera de juego, que realmente no lo fue.

En ese momento (minuto 26), la selección quedó muy tocada, y a punto estuvo de encajar el segundo al borde del descanso. En ese inciso, los turcos recibieron dos tarjetas amarillas, que pudieron ser más, porque no se cortaron a la hora de repartir leña. Sin embargo, el árbitro, bastante nefasto todo el partido, regaló una tarjeta para Xavi por protestar de camino a los vestuarios.

Al regreso, España salió más concentrada, y poco a poco fue haciéndose con el control, aunque sin lucidez. Sin embargo, era Turquía la que, a la contra, tenía las oportunidades más claras, perdonando Nihat un gol casi cantado. Por el bando español, sin Torres, que estuvo desquiciado todo el tiempo, nadie era capaz de crear ocasiones. Así transcurría el partido, hasta que un balón que coge Riera en la izquierda, que lo intentó todo el partido aunque sin suerte hasta el momento, provocó un corner. En el saque, y tras un fallo garrafal de Demirel, Torres remataba de cabeza, y Uzulmez, que ya tenía tarjeta, la saca con la mano. Penalti claro, aunque el trencilla se come la segunda para el turco.

Al menos Alonso aprovecha la oportunidad y pone el empate en el marcador y el relax en el equipo y los aficionados, que no querían que se cortase la racha española. A los 3 minutos, Senna abandonó el campo lesionado, para que entrase el correoso Cazorla, que devolvía a España un esquema con más jugones, dejando el medio del campo con Alonso en el centro y Silva y Xavi a sus lados. Esta nueva distribución daba más llegada al equipo, pero Torres seguía fallando goles, para desgracia de todos.

En ese momento España daba por bueno el empate, y sacaba a Busquets por Silva y a Güiza (pitadita de rigor en el campo del Galatasaray) por Torres. Mientras, los turcos aprovechaban sus últimos cartuchos, pues necesitaban los tres puntos para seguir soñando con el Mundial, pues su máxima rival, Bosnia, ganaba a Bélgica y se ponía segunda. Sin embargo, un error de la defensa turca dejaba a Güiza solo, que tocaba de cara para la llegada de Riera que ponía el 1-2 definitivo sobre la bocina.

De esta manera, y con 12 puntos por jugarse, España saca 6 a Bosnia y 10 a Turquía, por lo que, salvo hecatombe, tiene los dos pies en el Mundial, mientras sigue sumando partidos sin perder, quedándose sólo a 4 de igualar las 15 victorias consecutivas de Francia y Brasil. Los turcos lo tienen más complicado, y ya no dependen de sí mismos, pues están a 4 puntos de Bosnia, y aún deben visitar tierras balcánicas, por lo que su participación en el Mundial se complica.