En estos meses, resulta apasionante la entrega que deben aportar los equipos y sus jugadores, pues estamos en esa fecha del calendario en la que se juegan los partidos importantes, aquellos que determinan el devenir de la temporada, los triunfos y los éxitos; pero también los fracasos. Dos ejemplos de competiciones en las que los futbolistas deben darlo todo son la Champions y la UEFA, con partido de ida y vuelta, son las llamadas “competiciones cortas”.
Sin embargo, al mismo tiempo se disputan los encuentros de las diversas ligas europeas, en los que hay que dejarse la piel para obtener la victoria. A veces, se trata de partidos con tanta rivalidad que resulta imperdonable que los equipos, pagando el cansancio europeo o la falta de profundidad de banquillo, dejen pasar estas grandes citas como si de un partido cualquiera se tratase; sobre todo para los que levantan las bufandas cantando por y para su equipo un domingo sí y otro también.
Este es el caso del derby griego, Olympiakos-Panathinaikos. Los aficionados esperaban con emoción la llegada de este derby de este partido que estaba señalado en rojo en el calendario desde principios de temporada por todos los seguidores del fútbol heleno.
Al final todos asistimos a lo que podríamos llamar el tostonazo del Pireo, un partido malo cuyo marcador decepcionó a todos: 0-0.
Este es el caso del derby griego, Olympiakos-Panathinaikos. Los aficionados esperaban con emoción la llegada de este derby de este partido que estaba señalado en rojo en el calendario desde principios de temporada por todos los seguidores del fútbol heleno.
Al final todos asistimos a lo que podríamos llamar el tostonazo del Pireo, un partido malo cuyo marcador decepcionó a todos: 0-0.
Este es un resultado muy pobre para partidos de tanta enjundia (al menos en los países en los que se disputan); y quizá se deba al esfuerzo que hicieron los dos equipos en las competiciones europeas. El Olympiakos venía de jugar la UEFA (cayó eliminado ante el Saint Etienne) y uno de sus valuartes, el argentino Sebastián Leto, no pudo disputar el derby por lesión. Por su parte, el Panathinaikos empató con el Villarreal en Champions después de realizar una defensa numantina contra el submarino amarillo. Solo Belluschi y Galletti en el Olympiakos y el eterno Karagounis en el Panathinaikos; pusieron algo de calidad en el derby del Pireo. Precisamente fue este último futbolista el que tuvo en sus botas la posibilidad de cambiar el resultado. Un gran remate suyo se estrelló en palo de la portería rival, al igual que las emociones de los griegos que esperaban una alegría en la gran noche del fútbol ateniense. Ambos equipos empataron en Grecia, pero solo el Panathinaikos tendrá la posibilidad de enmendarse en Europa. Será el martes 10 de marzo en casa ante el Villarreal, ¿lo conseguirá?
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